Pareciera como si el mundo estuviese cansado del gigantismo, de esos
lienzos enormes que adornan paredes, de esas estatuas émulas de
Polifemo, por aquello de su estatura.
Pareciera que los pequeños pinceles se rebelaron y conminaron a manos
diestras a tomarlos y con ellos, desde sus diminutas puntas y
acariciando arcoiris de colores, os invitaran a dibujar este mundo
nuestro que nos rodea, con sus leyendas y sus historias.
Y es que el Arte en Miniatura, al menos, para Sancti Spíritus, con
Nelson Wenceslao y su tropa, va pasando de lo raro a lo cotidiano.
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